Me acosté pensando en el día en que nos conocimos, de a retazos guardo tu recuerdo que ya me parece tan lejano y solo han pasado algunos días…
Pero la distancia parece acelerar el tiempo. El tiempo es una estrella por momentos fugaz por momentos etérea.
Recuerdo tu risa y Tu prisa por darme un beso…
Yo no te buscaba y sin embargo hoy te encuentro en los momentos, en los pensamientos, en los sueños.
Estas tan lejos pero a la vez estas cerca, la distancia juega impiadosa con nuestras ganas pero a la vez nos acerca.
El tiempo acelera el latir de mi corazón agitado. El que solo espera el momento adecuado, el que anhela tenerte a su lado.
Mil fantasías pueblan mi mente, no puedo dejar de pensar en el instante en que por fin te pueda besar.
Tus besos son una promesa de pasión insoslayable. Mi cuerpo tiembla de solo pensarlo. No puedo dejar de recrear en mi cabeza todos tus ofrecimientos. Ni tampoco esperar para recibirlos.
Hoy la prisa es mía y la risa es tuya .Y vos lo sabes. Sabes que disfruto verte sonreír y que muero porque estés aquí.
No me culpes si cada noche soy cómplice de ese embrujo que nos quita el sueño. Son las palabras las que intentan acercarnos, las que llenan el silencio de la noche y lo sustituyen por risas, historias, deseos, magia y espontaneidades.
Es el puente a una realidad alterna donde conviven los deseos más profundos que pudimos pronunciar, donde una noche cualquiera un beso desato placeres y sensaciones ocultas que esperaban por aflorar….
Hoy son las palabras, que aguardan el momento en que los besos acudan en su reemplazo.
Mañana serán tus labios…
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